Unos 300 menores de edad que padecen de diabetes atiende el Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH), que en su mayoría son pacientes de control, nuevos y de seguimiento.
El Dr. José de Jesús Grimaldo Herrera, pediatra endocrinólogo en el HEPOTH, mencionó que han atendido entre dos y tres casos en una semana, por lo que recalcó que hay una frecuencia importante de pacientes nuevos que anteriormente no se registraba en este hospital.
Los casos reportados van desde lactantes, preescolares, escolares y adolescentes. Las edades más frecuentes están entre los 10 y 17 años.
“Este incremento puede ser por muchas razones de las cuales no se tiene una causa precisa. La mayoría de estos niños tiene que vivir de por vida con esta enfermedad autoinmune, o sea, que el organismo origina anticuerpos contra las células que producen la insulina”, explicó el especialista.
Resaltó que por medio de tratamientos oportunos, los niños no tienen complicaciones. “En eso nos enfocamos, porque podemos hacer un tratamiento lo más exacto posible para evitar la descompensación y las complicaciones tempranas”, subrayó.
Lo más importante es que los padres lleven a sus hijos a sus controles de salud, y en caso de que ya se manifieste la diabetes, utilice el tratamiento oportuno, ya que para una familia que tiene un hijo con diabetes enfrenta un impacto sicológico y emocional.
“La diabetes es un problema de hiperglicemia, es una enfermedad que produce daños vasculares, y si el paciente tiene el debido control puede alargar su vida, pero si no lo tiene, la puede acortar”, enfatizó.